El Parque Nacional del Tsingy de Bemaraha es uno de los más famosos de la isla y de los viajes a Madagascar.
La imagen de los desfiladeros de piedra que se pierden en el infinito ha dado la vuelta al mundo.
Sin duda es uno de los lugares más recomendables para realizar trekking y uno de los parajes más singulares de todo el mundo.
Además, su proximidad con el río Manambolo y con las célebres y bellas gargantas y grutas, permiten al viajero alternar los desplazamientos en piragua con las marchas a pie.
El Parque Nacional de Bemaraha se halla situado en la zona oeste de Madagascar, junto a la pequeña ciudad de Bekopaka.
El parque ocupa una extensión de más de 152.000 hectáreas y puede ser visitado a pie.
Se trata de una zona protegida y a la que debe accederse después de pagar unas tasas de entrada y acompañado de un guía local.
El Parque fue creado en los años ochenta y fue el tercer gran parque nacional de la isla, después de la Montaña de Ambre y el Isalo.
Toda su extensión se puede considerar un verdadero santuario para las especies de fauna y flora endémicas de la isla.
La diversidad biológica del parque, unido a su espectacular paisaje, lo convierten en visita obligada para todos los viajeros que desean viajar a Madagascar.
El Tsingy se encuentra en la región de la etnia Sakalava, una de las más numerosas e interesantes de la isla. Tsingy ofrece un paisaje trufado de cañones, gargantas, grutas, picos de gres de variados coloresque van desde el rojo al rosado, pasando por el ocre, macizos calcáreos y granitos esculpidos a través de la Historia por el agua y los vientos.
Cráteres antiguos rodeados de misterio, en medio de un paisaje espectacular que estremece a ciertas horas del día, sobre todo con la magnífica puesta de sol.
Este parque nacional lo consideramos principal entre los meses de Mayo y Octubre, para todos aquellos circuitos que visiten la región de Morondava.